Tengo pendientes de subir al blog algunas de vuestras fotos, lo iré haciendo estos días, pero la foto de hoy es de una postal.
El otro día estaba yo tan campante en el bar y llegó el cartero con una postal. ¡Qué ilusión! La leí, y por el contenido era evidente que se trataba de un cliente. O sea, no es nadie de mi entorno de fuera del bar, ni nadie que venga al bar y yo no pueda saber quién es. Es un cliente. Se llama Paco. Ole. Si se llamara Eufrasio o Nicanor, habría sabido al instante quién era. Pero no. Llegan saludos desde Rumanía, se echa de menos una tapa con la cerveza. Nos veremos a la vuelta. Pero, ¿por qué pone sólo Paco??? ¡¡¡no sé quién es!!!
Así que pasé unos cuantos días pensando y un poco avergonzada ("¡a lo mejor debería saber quién es!!") y nada, ni idea. Hasta que hace un par de días, me llega una clienta, Cristina, y me dice "¿Has recibido una postal?" :D Vale, ya sé quién es Paco. Claro, no sé el nombre de mucha gente que viene desde hace mucho tiempo. Aunque agregues a gente al facebook, si le das al mismo el uso que yo le doy, no ves de nuevo los nombres de esas caras.
¡Paco! Muchísimas gracias por la postal, me hizo ilusión hasta antes de saber quién era el remitente. Ahora que sé quién se ha acordado de este bar durante su erasmus y se ha molestado en enviar una postal, me hace más ilusión todavía. Que te vaya genial lo que te queda de estancia y muchas gracias por el detalle.
Por muy característico que pueda llegar a ser un bar, al bar lo hacen los clientes ;)

Ya está al lado de las postales que hemos recibido estos años.